Sí, leíste bien el título: «quiero ser como barbie.» No hablo de ser rubia y con un novio llamado Ken, sino de lo más valioso que tiene Barbie. ¿Ya sabes a lo que me refiero?
Barbie es TODO lo que ella y «su pequeña dueña» quiere que sea: maestra, madre, dueña de una floristería o, una de mis barbies favoritas, piloto.
A mis 30 años de edad, donde el peso del reloj y el miedo social de que se te vaya el tren están a la orden del día, querer ser Barbie pareciera no ser tan viable. ¿Por qué? Porque, se supone que, a esta edad ya tendríamos parte de la vida resuelta en modo automático y estamos claros que eso no es así… ¡Menos mal que eso no es así!
Los párrafos anteriores los escribí antes de ver la película, pero no encontré inspiración suficiente y decidí dejarlo así…Ahora sí, retomando y vista la tan esperada película de Barbie, voy a cambiar un poco la dirección inicial que pretendía tener este artículo.
¿Quiero ser como Barbie? La respuesta es sí, quiero tener el poder de tomar diferentes rumbos, estudiar algo nuevo, aprender un idioma, viajar a lugares que ni se me pasan por la mente, comprarme una jeep, tener perritos y gatitos, montar uno o varios emprendimiento, descansar, volver a estudiar otra cosa y convertirme en la mujer exitosa que siempre he querido ser y que puedo decir que ya soy.
En la película, Barbie decide dejar Barbieland e irse a vivir al mundo real, ¿por qué? Por que nuestras imperfecciones y nuestra tendencia a la inconformidad es lo que nos hace únicos, especiales y es en esa búsqueda incansable por mantenernos activos y en movimiento es donde encontramos la felicidad.
Es por eso que quiero ser como Barbie, quiero reinventarme cada día de mi vida, no quiero conformarme y quiero probar y aprender cosas nuevas, sin importar mi edad, mi carrera o mi experiencia.
Quiero, quiero, quiero, quiero…Y puedo, como Barbie. 😉
V.
Excelente tu reflexión, quieres y puedes hacerlo. Te lo dice quien te ama y te conoce muy bien😘😘
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