La vida no es una línea recta

No sé si a ustedes les pasa, pero tiendo a discutir con personajes de libros o películas como si ellos estuvieran sentados frente de mi pidiendo mi opinión. 🤭

«Joy, ven niña escúchame, no hagas eso, mira que el comunismo dista mucho la teoría de la práctica.» Esa era yo mientras leía Sueños de Felicidad y Joy no me escuchó pues claro que no, se fue directo a la China de Mao Zedong y me dejó a mi del otro lado del libro, sufriendo con ella por todo lo que le tocó vivir. Esa es la magia de los que cuentan historias, permiten que nos involucremos a tal punto que terminamos teniendo conversaciones con los protagonistas, esperando que nos escuchen y no tomen una u otra decisión. 😫

Si leyeron mi post anterior sabrán que terminé de leer los primeros dos libros de la saga Valeria y comenté que tenía pensado dedicarle un post a Nerea.

¿Quién es Nerea? Nerea no es la protagonista de la historia, es Valeria (obviamente 😂), pero esta chica forma parte del grupo de mejores amigas del personaje principal. La describen como un personaje frío, clásico, tradicional, enchapado a la antigua y debo decir que de las 4 amigas, ella fue con la que menos sentí identificación.

Entonces, ¿por qué dedicarle un post a Nerea?🤔 Diría que este personaje fue uno de los que más me hizo pensar, en especial en la segunda entrega de la saga. >SPOILER ALERT< Voy a dar detalles del libro, si no los han leído y quieren leerlo pues bye…Si ya lo leyeron o no planean hacerlo, sigan adelante:

Nerea la pintan como una niña bien, perfecta, de buena familia, bien vestida, bonita, atractiva, exitosa en su trabajo, con un grupo chévere de amigas, con sus metas bien trazadas y que no da cabida a nada que salga de la línea recta de su vida. Ella es feliz así.

Todo va muy bien hasta que conoce a Daniel, ✋ pensándolo bien no debería usar hasta, recapitulo la frase: 🔙 Todo va muy bien en la perfecta vida de Nerea cuando conoce a Daniel, quien se adapta de manera ideal, como mandado hacer, a su vida de ensueño. Pero qué pasa, Daniel no es el príncipe azul, tampoco pienso que fuera mala gente pero como todos nosotros tenía un issue (problema) y es que era un patán y no directamente con ella, sino con otras personas que lo rodeaban. Yo lo definiría como una persona egoista que solo estaba pendiente de que todo encajara en su vida de ensueño. Si, otra criatura que, al igual que Nerea, todo en su vida era increíble y por lo tanto, ella también le había caído a él como anillo al dedo. 😑

Hechos el uno para el otro, aquí viene la parte interesante de este asunto.🧐 Nerea empieza a sentir levemente, capaz si lo sentía intensamente pero minimizaba la sensación, de que no quería a Daniel como se supone que se deben querer las parejas que quieren formar juntos una familia. Ustedes pensarán, ¿por qué estaba con él sino lo quería? Créanme yo también me lo preguntaba, es decir, se lo preguntaba a ella y le decía: «reina déjalo, no es para ti.» Pero ya saben, los personajes de los libros no nos escuchan.🙄

Nerea no considera, a pesar que no siente arrebato de amor por Daniel, dejarlo porque él era como ella, perfecto y encajaba en lo que ella, su familia y la sociedad habían escrito y establecido en cómo debía ser su vida: La niña bien, bella y educada conoce a un niño bien, guapo, educado y con un gran futuro profesional, ambos quieren casarse y tener hijos. ¿Qué más podía pedir Nerea a la vida? Si ya con eso tenía la cereza del pastel, su vida ya estaba completa. 😑

Peroooo el destino le tenía preparado a Nerea una prueba de fuego que le demostró que para Daniel, ella representaba lo mismo que él para ella, una pieza más en el lienzo simétrico de su vida. Le demostró que no la quería y que realmente no le importaba. Aquí Nerea se dio cuenta que ella sentía exactamente lo mismo. 🤷‍♀️

En esta parte de la historia yo me estaba muriendo por entrar en el libro y decirle que reaccionara y dejara a ese hombre pero no lo hizo, no de buenas a primeras. Que pienso yo, cuando uno tiene la vida tan estructurada, tan perfecta y hay un pequeño detalle que no cuadra, muy probablemente lo dejemos pasar, porque no queremos que la línea recta de la vida se vuelva una curva y mucho menos que nuestros familiares y amigos vean y evidencien que nuestra vida parece más un garabato. Nos guiamos mucho del qué dirán.

Daniel sonaba como el hombre ideal para ella, capaz no se querían, pero los dos encajaban y de una manera u otra iban hacer que funcionara, por lo menos por un tiempo. Pero después qué, como dice el dicho «árbol de crece torcido nunca sus ramas endereza.» ¿Vas a estar con alguien porque parece lo más lógico? ¿Aunque no sientas amor por esa persona? ¿Aunque en tu interior realmente no quieres estar con ella?

Afortunadamente, Nerea se revela y no contra ese novio patán sino contra ella misma, porque hace algo que ni ella misma se cree. Se levanta y dice «bye Daniel, no eres para mi» (exactamente no usó esas palabras, pero por ahí va la cosa). Todo el mundo, su familia, amigas y ella misma, se sorprenden por esta decisión porque Nerea la fría, la cuadrada no es así, no era.

Esto me hizo reflexionar mucho, porque a veces dejamos que las cosas fluyan a pesar que no nos sentimos cómodos, sabiendo que no queremos hacerlo o que no es para nosotros. Simplemente porque cuadra con los que nos han dicho «así deber ser la vida perfecta» y dejamos que pase, sin permitirnos dejar de pensarlo con la lógica sino pensarlo con el corazón y con la intuición.

Debo admitir que para revelarnos, como hizo Nerea, de nosotros mismos y de la sociedad hay que ser valientes.

No importa si la vida no es una línea recta, puede ser curva, entre cortada o como la quieras dibujar, siempre y cuando seas tú quien la dibuje sin que te tiemble el pulso.

¡Gracias Nerea!

V.

59/100

Publicado por V

Comunicadora Social Morning Person Music Lover Friend Army Food Lover

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