Este post es para recordarme que debo usar más a menudo mascarillas faciales.
De acuerdo a la mayoría de las rutinas de skincare se supone que se debería usar, por lo menos, una vez a la semana una mascarilla facial.
¿Por qué? Las mascarillas son geniales para aportar eso que a tu piel le falta o que necesita:
- Humectar
- Purificar
- Limpiar
- Exfoliar
- Efecto lifting
- Reparar
- Revitalizar
- Nutrir
Todo dependerá de tu tipo de piel y de tus necesidades.
Existen diferentes estilos de mascarillas: las de papel o de velo (asegúrate que sea biodegradable), peel off, burbujas, exfoliante, de oro, arcilla y magnéticas. ¿Cuál elegir? Dependerá de tu tipo de piel, el clima y de tu preferencia.
¿En qué momento se debe aplicar? Lo ideal es en la noche pasadas las 9 aproximadamente, en este momento la piel empieza su proceso de regeneración celular diario. Debe usarse después de la limpieza facial y de aplicado el tónico pero antes del serum, aceites y crema hidratante.
En el mercado existen todos los tipos de mascarillas, desde las más baratas hasta las más caras, también puedes hacerlas en casa. Mi consejo (que no me cansaré de repetir) lean mucho, asesórense antes de colocarse cualquier cosa en el rostro, recuerden que es muy delicado.
¿Cuáles he usado yo?
- De velo tipo hidratantes: Estás son las que menos uso, porque me parecen caras. Prefiero las de tipo arcilla, son más rentables.
- Purificantes: Mi favorita es la clay mask de aguacate y avena de la marca FREEMAN. Buenísima.
- Naturales (hechas en casa): miel y avena. Café y aceite de oliva. Ambas con efecto humectante y exfoliante.
Aunque soy super estricta con mi skincare diario, debo admitir que no me coloco la mascarilla todas las semanas porque se me olvida (yo sé muy mal).
Lo mejor para que esto no pase (lo voy hacer de tarea, lo prometo) es hacer una agenda beauty, es decir, establecer qué productos se usan diariamente (limpieza, tónico, serum, hidratante, protector solar), qué productos semanales (mascarillas y exfoliantes) y qué productos mensuales (limpiezas faciales). Asignarles días fijos a estos dos últimos para que no se olviden.
Creo que mi error ha sido ese, por que realmente me coloco la mascarilla cuando me acuerdo. De ahora en adelante bautizo mis domingos como día de mascarilla.
>Dato: Si vas a salir de viaje colócate una macarilla humectante el día antes de abordar el avión, porque la presión en cabina y el nivel de humedad tan bajo hace que tu cuerpo pierda agua, por lo que tu cara se puede resecar.<
En un próximo post les haré una reseña específica y detallada sobre mi mascarilla favorita: la clay mask de aguacate y avena de la marca FREEMAN. ¿Les gustaría?
¡Besos!
V.
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